Conocían la gran magia cósmica y eran guías en la transformación espiritual del hombre. Cada uno de los regalos que ofrecieron al niño Jesús simbolizan un un paso y una cualidad en la evolución humana:
Mirra, para el Hombre.Este don que ofreció Baltasar simboliza lo más denso en el hombre, el cuerpo físico. Antiguamente se utilizaba mirra para embalsamar y purificar espiritualmente a los muertos.
Incienso, para Dios.Gaspar regaló esta sustancia que tiene el poder de elevar los pensamientos y sentimientos.
Oro, para un Rey.Melchor le regaló oro, el metal precioso por excelencia, al que se relaciona con la inteligencia, pero también con el poder terrenal.

La Noche de Reyes, la duodécima noche después de la Navidad, no se olvida facilmente y aun hoy cuando otros personajes provenientes del frío con ropas rojas se acercan a nuestras chimeneas, todavía se celebra esta Noche de Reyes, la noche más mágica del año. Se celebra el 5 de enero, víspera de la festividad de la Epifanía.
Entre otros rituales que ofrecemos a los Reyes durante esa noche está dejar los zapatitos de los niños en la puerta, ventana o bajo el árbol de la Navidad para que se los llenen de regalos. Pero ésto también lo podemos hacer los adultos.
Si nos has hecho el ritual de Fin de Año, aún estás a tiempo para poder hacer tus peticiones al Año Nuevo.
Deja tus zapatos, dentro de ellos habrás escrito en un papel blanco lo que deseas, mientras los depositas en el lugar piensa ardientemente en ello. También tienes derecho a recibir buenas cosas, no siempre materiales. Tal vez un "Te amo" de la boca de alguien quien olvida decírtelo o un "Gracias" de alguien a quién ayudaste.
Aprovecha la magia de los tres Reyes Magos dejando tus zapatos para que los llenen de lo que necesites.
También puedes encender una vela dorada y pedir tus peticiones para éste nuevo año y para deshacerte de los malos augurios.
Si quieres, aquí tienes una oración que tanto nos sirve para los últimos días del año como para los primeros nuevos.
tuyo es el hoy y el mañana, el pasado y el futuro.
Al terminar este año quiero darte gracias
por todo aquello que recibí de Ti.
Gracias por la vida y el amor, por las flores,
el aire y el sol, por la alegría y el dolor, por cuanto
fue posible y por lo que no pudo ser.Te ofrezco cuanto hice en este año, el trabajo quepude realizar y las cosas que pasaron por mis manosy lo que con ellas pude construir.
Te presento a las personas que a lo largo de estos meses amé,las amistades nuevas y los antiguos amores,los más cercanos a mí y los que están más lejos,los que me dieron su mano y aquellos a los que pude ayudar,con los que compartí la vida, el trabajo,el dolor y la alegría.
Pero también, Señor hoy quiero pedirte perdón,
perdón por el tiempo perdido, por el dinero mal gastado,por la palabra inútil y el amor desperdiciado.Perdón por las obras vacías y por el trabajo mal hecho,y perdón por vivir sin entusiasmo.
También por la oración que poco a poco fui aplazandoy que hasta ahora vengo a presentarte.Por todos mis olvidos, descuidos y silenciosnuevamente te pido perdón.
En los próximos días iniciaremos un nuevo añoy detengo mi vida ante el nuevo calendarioaún sin estrenar y te presento estos díasque sólo Tú sabes si llegaré a vivirlos.
Hoy te pido para mí y los míos la paz y la alegría,la fuerza y la prudencia, la claridad y la sabiduría.
Quiero vivir cada día con optimismo y bondad
llevando a todas partes un corazón lleno
de comprensión y paz.
Cierra Tú mis oídos a toda falsedad y mis labiosa palabras mentirosas, egoístas, mordaces o hirientes.
Abre en cambio mi ser a todo lo que es bueno,que mi espíritu se llene sólo de bendicionesy las derrame a mi paso.
Cólmame de bondad y de alegría para que,cuantos conviven conmigo o se acerquen a mí,encuentren en mi vida un poquito de Ti.
Danos un año feliz y enséñanos
a repartir felicidad.
Amén.
Y para terminar:
¡Oh Santos Reyes que desde el Oriente supisteis encontrar en el cielo el camino de Belén!, alcanzadnos de aquel Niño Divino que adorasteis primero, el vernos libres de las hechizerías de la falsa ciencia, para que, a través del conocimiento de los cielos, los mares y la tierra, y de todo lo que hay en ellos, alcancemos al que lo creó todo de la nada, para facilitar el camino de la salvación a todos, y así poder ofrecer el fruto de nuestro saber, como oro al Rey de reyes y como incienso y mirra al Dios y hombre verdadero. Amén.
