Todos tenemos alma. Algunos la tenemos muy presente y otros en apariencia parecen carecer de ella. Se nos ha enseñado que el alma es “eso” que sale de nosotros al morir y según hayamos sido de buenos o malos, iremos al infierno o al cielo. Este es un planteamiento un tanto pueril y erróneo, es algo con lo que engañarnos y tenernos metidos en una lata, ciegos, sordos y mudos, ante una reali…