Las que antes fueron hadas decidieron encarnar en cuerpo de carne y hueso en la Tierra por amor hacia la creación. Grandes amantes de los animales, mares, lagos y bosques, las antes hadas y ahora humanas recuerdan aquí lo que fueron y también que vinieron a amar a la Madre Tierra y a sus elementos. Por eso, son mujeres virtuosas, hermosas, embellecen el mundo con sus actos y adoran su hogar…